Alzheimer

INTRODUCCIÓN

El Alzhéimer es una alteración neurodegenerativa que suele aparecer a partir de los 65 años, aunque también puede presentarse entre gente más joven. Cuando una persona padece esta enfermedad, experimenta cambios microscópicos en el tejido de ciertas partes de su cerebro y una pérdida, progresiva, pero constante, de una sustancia química, vital para el funcionamiento cerebral, llamada acetilcolina. Esta sustancia permite que las células nerviosas se comuniquen entre ellas y está implicada en actividades mentales vinculadas al aprendizaje, la memoria y el pensamiento.

Por lo general, el síntoma inicial es la inhabilidad de adquirir nuevos recuerdos, pero suele confundirse con actitudes relacionadas con la vejez o el estrés. Ante la sospecha de alzhéimer, el diagnóstico se realiza con evaluaciones de conducta y cognitivas, así como neuroimágenes, de estar disponibles.

SÍNTOMAS

Generalmente, los síntomas se dividen en dos etapas:

  • Primera etapa: breves pérdidas de memoria, cambios de personalidad, apatía, menor capacidad intelectual, irritabilidad y dificultades motrices.
  • Segunda etapa: confusión, desorientación temporal, divagación, dificultad para conversar, erráticos cambios de humor, incapacidad para cuidarse solo, serio deterioro de la salud y muerte.

Otros síntomas, solo son perceptibles mediante radiografías o neuroimágenes. Así, se puede apreciar una reducción del volumen cerebral causada por la muerte de las neuronas. Estas células nerviosas son víctimas de una proteína ‘’beta Amiloides’’, que desintegran los microtúbulos de las neuronas.

La hendiduras y surcos se hacen más notorios.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico se basa primero en la historia y la observación clínicas, del profesional de la salud y la que es referida por los familiares, basada en las características neurológicas y psicológicas, así como en la ausencia de condiciones alternativas: un diagnóstico de exclusión.

Luego durante unas semanas o meses se realizan pruebas de memoria y de funcionamiento o evaluación intelectual. También se efectúan análisis de sangre y escáner para descartar diagnósticos alternativos. Las evaluaciones neuropsicológicas pueden ayudar al diagnóstico del alzhéimer. En ellas se acostumbra hacer que el paciente copie dibujos similares a la imagen, que recuerde palabras, lea o sume.

Una vez identificada, la expectativa promedio de vida de los pacientes que viven con la enfermedad de Alzheimer es aproximadamente de 7 a 10 años, aunque se conocen casos en los que se llega antes a la etapa terminal, entre 4 y 5 años; también existe el otro extremo, donde pueden sobrevivir hasta 21 años.

CAUSAS

La causa principal de esta enfermedad es la reducción de producción cerebral de la acetilcolina. Pero también existen otros factores que pueden ayudar a aumentar las probabilidades de padecer esta patología, como:

 

  • La edad: La edad media del diagnóstico se sitúa en los 80, puesto que se considera que el Alzheimer es una enfermedad favorecida por la edad.
  • Sexo: Las mujeres padecen la enfermedad con más frecuencia, probablemente porque viven más tiempo.
  • Herencia familiar: Se estima que un 40% de los pacientes con esta enfermedad tienen antecedentes familiares.
  • Factores medioambientales: El consumo de tabaco así como la alimentación a partir de dietas grasas y el pertenecer a una familia numerosa pueden aumentar las probabilidades de padecer esta enfermedad.

 

TRATAMIENTO

La enfermedad de Alzheimer es una patología de evolución lenta. Desde que aparecen los primeros síntomas hasta que se inicia una etapa de mayor gravedad pueden pasar años entre 5 y 20, dependiendo de cada persona. Por el momento no existe ningún tratamiento que revierta el proceso de degeneración de esta enfermedad. Sin embargo, algunos fármacos pueden retrasar, en determinadas etapas de la enfermedad, la progresión de la patología.

Se utilizan los anticolinesterásicos o inhibidores de la acetilcolinesterasa, fármacos que elevan los niveles de acetilcolina en el cerebro. Con tacrina, donepezilo, galantamina, memantina y rivastigmina se mejoran las fases iniciales y moderadas de la patología, retrasando el deterioro de la memoria y la atención.

De manera general, los anticolinesterásicos suelen retrasar medio año el deterioro cognitivo de los pacientes. Según la Fundación del Cerebro y la Fundación Española de Enfermedades Neurológicas, las tasas de efectividad son: un 50% de los pacientes responde positivamente a la administración del medicamento, mientras que un 20% responde en mayor medida de forma positiva que la media. Por el contrario, el 30% de los pacientes no responde a la medicación.

La Fundación del Cerebro y la Fundación Española de Enfermedades Neurológicas ofrecen algunos consejos para la disposición que deben tener las personas encargadas del paciente:

 

  • Se debe tratar al paciente acorde a la edad que tenga, y no tratar de ocultarle información.
  • No dar órdenes ni exigencias, tratando de mantener un tono positivo siempre.
  • Hablar claro y explicar las cosas de forma relajada y lo necesariamente extensas que sea posible para que el paciente pueda comprender lo que se le trata de decir o explicar.
  • Tratar de que el paciente tenga su propia independencia y ayudar en la medida de lo posible, sin anular sus acciones

 

Sebastián Eiras Pérez

Loyola Silva Fernández

Antía Paz Carracedo

1ºBAC A-C

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