Crisis del agua en Gaza

El aumento de la población en un 3,5 %, la contaminación y la desecación de los recursos hídricos subterráneos llevada a cabo por el régimen de Israel, así como la reducción de las precipitaciones en la zona, han influido en que la crisis de agua potable se agudice en la Franja de Gaza. El acceso al agua potable se ha vuelto tan difícil en la cercada Franja de Gaza que la Unión Europea (UE) y la Agencia de la ONU para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) han decidido actuar y adoptar medidas al respecto. De hecho, inauguraron el jueves un proyecto para la construcción de una planta desalinizadora en Gaza, cuyo objetivo es proveer de agua potable a 75.000 personas en este territorio palestino.

Según un comunicado divulgado la jornada de ayer, el representante de la UE en Al-Quds (Jerusalén Este), John Gatt-Rutter, colocó la simbólica primera piedra en un terreno de la costa de Gaza aledaño a la población de Deir al Balah. La planta tiene la capacidad de desalinizar unos 6000 metros cúbicos al día y busca mejorar la calidad de vida de las poblaciones meridionales de Jan Yunis y Rafah, está última en la frontera con Egipto.

El consumo diario por persona de agua en los territorios ocupados es de 70 litros, aunque en algunas zonas rurales es de solamente 20 litros al día, mientras que los colonos israelíes consumen más de 300 litros al día (cuatro veces más), es decir, el régimen de Tel Aviv sí aplica los mínimos obligatorios internacionales con los colonos israelíes ilegales y no lo hace con la población de Gaza. Desde 2007, el régimen de Tel Aviv mantiene un férreo bloqueo contra Gaza, impidiendo a los ciudadanos de esta región ejercer sus principales derechos, entre ellos el derecho al trabajo, la salud, la educación y la libertad de circulación.

Un total de 1,6 millones de personas viven en la Franja de Gaza y el agua que los mantiene con vida proviene de una sola reserva subterránea; la población sigue creciendo y el manantial no da para más. Además, según las Naciones Unidas, el 90 por ciento de las reservas de agua subterránea se ven contaminadas por el agua que se filtra desde el mar Mediterráneo, por las aguas residuales y por otras sustancias contaminantes. Todo el Cercano Oriente está amenazado por la escasez de agua, pero en la Franja de Gaza, ese fenómeno se agudiza.

0,,17261268_403,00

Una carrera contra el tiempo

La crisis del agua en Gaza afecta a todos los ámbitos de la vida de los palestinos. Sobre todo a la agricultura, que absorbe la mayor parte del agua que se encuentra en la reserva subterránea. El agricultor Mahdi Arafat cuenta que sus plantas y sus cosechas sufren debido al alto grado de concentración de cloruro del agua disponible. Él sabe que debería comprar agua potable para sus sembradíos, pero eso encarecería demasiado los costos de producción de las verduras y las frutas.

En este sentido, la renovación de la planta de depuración de aguas residuales Sheikh Ajleen, en las afueras de la ciudad de Gaza, ha sido una bendición para muchos palestinos. El proyecto pudo consumarse en tres años. Desde finales de 2012, las aguas residuales de 650.000 personas pueden ser reutilizadas, explica Thomas Eisenbach del Instituto Crediticio para la Reconstrucción, financiado por el Gobierno alemán. “Pero eso está lejos de ser suficiente y hay sectores de la Franja de Gaza que no pueden ser abastecidos por la planta”, acota Eisenbach.

Considerando el agua de mar que a la Franja de Gaza le sobra, la otra esperanza para sus pobladores es la creación de instalaciones desalinizadoras. Organizaciones internacionales como Unicef ya han construido desalinizadoras pequeñas. Algunas de las que están en funcionamiento pueden abastecer de agua potable a unas 15.000 personas. Desde hace tiempo se está planeando construir otra en el sur de la Franja de Gaza, pero el proceso es demasiado lento. En lo que al agua se refiere, a la Franja de Gaza le queda poco tiempo. Según un informe de las Naciones Unidas, es posible que en dos años la reserva de agua subterránea no pueda proporcionar ni una gota más de agua potable.

mapa-aguaSebastián Eiras Pérez

Loyola Silva Fernández

Antía Paz Carracedo

Esta entrada foi publicada en RECURSOS. Garda o enlace permanente.